LA HISTORIA DEL SÉPTIMO ARTE
Es difícil de encontrar el inicio de la historia del cine, ya que este surgió a partir de una cadena de inventos de diferentes personas en un proceso evolutivo en el que cada nuevo mecanismo provocaba otra ronda de inventos que lo mejoraban hasta desembocar en la cámara. Además, la historia del cine está muy relacionada con la de la fotografía, a causa de los materiales que se utilizaban en los dos casos (cámaras con lentes, que proceden de la cámara oscura, y película de negativo donde grabar las imágenes).
PIONEROS
La capacidad de captar imágenes en movimiento siempre ha obsesionado al ser humano. De ese afán surgieron las investigaciones realizadas por varios científicos y tecnólogos para conseguir un objeto que, como el ojo, pudiera captar imágenes móviles. Así, el cine es el primer arte que se basa en ilusiones ópticas y psíquicas generadas por una máquina.
Las primeras experimentaciones en este campo fueron los juguetes ópticos, que consistían en varios dibujos que se hacían mover a una cierta velocidad para captar el movimiento u otros efectos ópticos en el propio objeto o reflejando las imágenes en una pared.
Uno de los inventos más importantes sería el praxinoscope (1876) de Émile Reynaud, con el cual ideó las Pantomimes Lumineuses, pequeñas animaciones presentadas en elTéâtre Optique en 1892.
Poco después, la primera cámara que captaba un poco el movimiento fue el revólver fotográfico que Étienne Jules-Marey adaptó en 1882 para conseguir bandas continuas de imágenes gracias a la empresa Kodak.
Pero quien realmente creó el invento que revolucionaría el mundo del entretenimiento y pondría la fecha que tradicionalmente marca el nacimiento del cine fueron Auguste Marie Louis Nicolas y Louis Jean Lumière. Estos dos hermanos hicieron la primera demostración delante de un público que pagó para ver su cinématographe en el Salon Indien, un sótano de Grand Café de París, el 28 de diciembre del año 1895. Sus cámaras eran muy prácticas, puesto que eran portátiles, estaban dotadas de una manivela y, además, eran capaces de disparar, grabar y proyectar imágenes en movimiento. De este modo, queda inaugurado el mundo del cine y empieza a construirse su impresionante industria.
EL DESARROLLO DE LA INDUSTRIA
En Brighton se reunieron un grupo de hombres dispuestos a investigar todo lo que podía dar de sí una cámara, y se creó la llamada Escuela de Brighton, de la que surgieron films como Grandma's reading glass (La lupa de la abuela, 1900) de George Albert Smith.
En Francia, Charles Pathé estaba fundando su empresa cinematográfica mientras se creaba el primer noticiario de cine: el Pathé Journal. Además, Georges Méliès apareció y se convirtió en uno de los más importantes pioneros del cine, sobre todo famoso por su película de ciencia-ficción: Le voyage dans la lune (Viaje a la luna, 1902).
De este modo, con todos estos cineastas que exploraban las capacidades del nuevo arte, sobre todo en EEUU, fue aumentando el éxito del cine y se crearon muchísimas más salas (nickelodeons, las llamaban en el país yanki). Y, investigando las posibilidades imaginativas que proporcionaba el cine, el lenguaje propio se convirtió en lo más importante para un director. Es David Wark Griffith el hombre considerado el padre del lenguaje cinematográfico, de esta expresión fílmica tan básica para un director. Es decir, Griffith fue quien por primera vez utilizó la fotografía, el sonido y toda la base técnica de una película como algo más que una vía para mostrar unas simples imágenes, como un elemento poético. Remodeló la técnica para hacerla creadora de arte. No fue un innovador, sino un pulidor y amplificador de los métodos ya existentes. Su trabajo más importante es The birth of a nation (El nacimiento de una nación, 1915) que vendría a ser como El acorazado Potemkin (1925) de Sergei M. Eisenstein, pero en vez de ser una película adoctrinadora de la ideología bolchevique, refleja claramente una ideología fascista y racista. The birth of a nation es una película innovadora en la realización, lo mismo que sorprendente en su argumento: el orgulloso recuerdo de la fundación del Ku Klux Klan y la reivindicación estadounidense de la raza blanca.
Durante la época de la 1ª Guerra Mundial (1914-1918), Hollywood se consagra como la capital mundial del cine y la economía crece considerablemente, cosa que comporta la creación de las principales productoras (Warner Bros., Universal Pictures, Metro Goldwyin Meyer, etc.). Además, en este tiempo se produce un periodo de excéntrica creación artística llamada vanguardia, de la que destacan diferentes tendencias artísticas o ismos:
- El impresionismo francés, en el que la emoción es el elemento central de su estética. El interés del impresionismo recae en la reacción que se quiere provocar en el espectador, la impresión profunda que se le quiere causar. La película más importante de este movimiento es La roue (La rueda, 1923) de Abel Gance.
- El expresionismo alemán, caracterizado por la expresión totalmente subjetiva de los sentimientos y de la realidad en general mediante la distorsión del equilibrio formal. Las películas más importantes de esta corriente fueron Das Kabinet des Dr. Caligari (El gabinete del Dr. Caligari, 1920) de Robert Wiene, que aportó al arte cinematográfico la poesía visual, centrada en las imágenes y no en la narración; y Nosferatu, eine Symphonie des Grauens (literalmente Nosferatu, una sinfonía del horror, pero que en castellano se tradujo como Nosferatu, el vampiro, 1922) de F.W. Murnau.
- El cubismo, el futurismo y el surrealismo, corrientes artísticas experimentales y extrañas en aquel momento que dieron resultados muy curiosos en toda Europa, como por ejemplo Un chien andalou (Un perro andaluz, 1928) de Luis Buñuel y Salvador Dalí.
LA EDAD DE ORO DE HOLLYWOOD (1920-1940)
El cine ya es un hecho y Hollywood es el centro de este mundo, las grandes productoras líderes (Universal Pictures, Paramount Pictures, United Artists, Warner Bros., MGM, Columbia Pictures, RKO, 20th Century Fox y Walt Disney Pictures) mandan. Todos los buenos realizadores que daba Europa (Ernst Lubistch, Fritz Lang, Alfred Hitchcock...) se iban allá, a causa de la inestabilidad política europea y de las mejores condiciones salariales. Así, se fue creando el Star system y empezó la época dorada de Hollywood. La industria de Hollywood se convirtió en una pantomima donde todo era una gran mentira y todo valía: todo era irreal, perfecto; estaba todo cuidadosamente ideado por las productoras para dar esa glamurosa imagen de perfección y riqueza para el público. Y, así, nacen los primeros iconos del cine, como Douglas Fairbanks, Mary Pickford o, el más importante, Charles Chaplin. Es necesario mencionar las películasSunrise: A Song of Two Humans (Amanecer, 1928) de F.W. Murnau y Greed (Avaricia, 1924) de Erich von Stroheim. Es también en esta época cuando nacen los Óscars entre los años 1927 y 1929.
En esta década de los locos años 20 y de la reavivación económica después de la 1ª Guerra Mundial, el espíritu festivo llegó al cine, donde, a pesar de la ley seca y el conservadurismo, se aceptaban las actitudes promiscuas y el excesivo consumo de alcohol de los personajes de las películas. La buena vida se esparció por todas partes y, por eso, algunos actores se vieron involucrados en asuntos escabrosos (por ejemplo Chaplin, que protagonizó una relación amorosa con una chica demasiado joven, o Wallace Reid, que murió prematuramente por su adicción a la morfina). Todo esto comportó que Will H. Hays, un político ultra conservador, estableciera la primera censura de la historia del cine, ya que se consideraba que podía ser una mala influencia. Hays creó, el 1934, la Motion Picture Association of America (*MPAA, Asociación Cinematográfica de América) y redactaron el Código Hays, que defendía la santidad del matrimonio y prohibía en las películas el desnudo, la pasión, la homosexualidad, la prostitución y el mestizaje, entre otras cosas.
A pesar de todo, los años 20 y los tempranos 30 no son una época totalmente oscura. Empiezan a darse las primeras aplicaciones del sonido al cine (el único que consigue algún resultado positivo es Lee DeForest con sus phonofilms, entre 1923 y 1927), pero no es muy aceptado, puesto que se creía que se tendría que reorganizar la industria. La Warner Bros., en cambio, este problema no lo ve y, con la creación del vitàphone, se estrena la primera película sonora: The Jazz Singer (El cantor de jazz, 1927) de Alan Crosland.
Todo esto supuso una gran revolución para el mundo del séptimo arte y tuvo muchas consecuencias. Una de ellas fue la aparición de los doblajes; otra, la ruina para algunos actores extranjeros, ya que muchos de ellos no sabían hablar bien el inglés o tenían demasiado acento. La única que lo superó fue Greta Garbo. Otros cineastas, como Charles Chaplin hasta los años 40, siguieron con el cine mudo.
Además, en este tiempo, también se consolidó la aparición del color que, de hecho, ya había empezado antes y que se dio en tres fases: primero, coloreando los fotogramas a mano; más tarde, con el technicolor (1915) de Herbert T. Kalmus se pudieron reproducir rojos y verdes; y, finalmente, en 1930 con un sistema totalmente perfeccionado que reproducía rojos, azules y verdes, el eastmancolor.
EUROPA ANTES DE LA 2ª GUERRA MUNDIAL
Europa no se quedó atrás y, paralelamente a Hollywood, fue construyendo su propia industria cinematográfica. Su producción no tenía tanto éxito como la de Hollywood, pero su cine no tenía nada que envidiar al de los EEUU.
Los países más importantes de la Europa de entreguerras crean sus propias productoras, buscan su propio estilo e intentan abrirse paso entre el público. Así, en Gran Bretaña se crea la London Films, que va sobreviviendo gracias al cine de Alexander Korda y Alfred Hitchcock. En Francia nace el naturalismo poético con Jean Renoir, un movimiento que trata temas muy reales a través de situaciones cotidianas. Y en Alemania se crea la UFA (Universum Film AG), que vive de Josef Von Stemberg y Fritz Lang. Pero la llegada de Hitler provoca que muchos de los grandes cineastas alemanes (Billy Wilder, F.W. Murnau, Peter Lorre, etc.) tengan que irse al exilio.
EL CINE DE PROPAGANDA
Aproximadamente durante la época de la 2ª Guerra Mundial (1939-1945), nació en Europa un nuevo modo de hacer cine: el cine de propaganda, que, al igual que lo hizoThe birth of a nation, pretendía adoctrinar a la población haciendo publicidad de algunos hechos o ideologías. Fue usado básicamente por las grandes dictaduras del s. XX, ya que su política estaba basada en la demagogia y las técnicas sociales masivas que pretendían engañar a la población.
Los primeros en usar el cine de este modo fueron los rusos y los alemanes. Aquellos con una de las películas más importantes de la historia del cine: Bronenósets Potiomkin (El acorazado Potemkin, 1925) de Sergei M. Eisenstein, que, haciendo propaganda de la ideología bolchevique del régimen dictatorial que gobernaba Rusia, reproduce el motín ocurrido en el acorazado Potemkin en 1905, cuando la tripulación se rebeló contra los oficiales del régimen zarista. Los alemanes, por su parte, produjeron documentales anti judíos que defendían la ideología de la dictadura nazi y la querían popularizar, como por ejemplo los de Leni Riefenstahl.
Un poco después, aparecieron contra-películas que defendían la ideología liberal y la democracia (había muchos europeos en EEUU: Jean Renoir, Michael Curtiz, Alfred Hitchcock, Fritz Lang, Otto Perminger...).
Además, al acabar la guerra comenzó una masiva producción de documentales propagandísticos a favor de los EEUU y un alud de producciones bélicas para rendir homenaje a los “héroes caídos por la libertad”. Aunque la guerra no sólo influyó de este modo patriótico en el cine, Charles Chaplin y Ernst Lubistch aprovecharon para hacer las grandes sátiras del nazismo: The great dictator (El gran dictador, 1940), del primero (su primera película sonora); y To be or not to be (Ser o no ser, 1942), del segundo.
NUEVAS CORRIENTES, NUEVOS GENIOS (1940)
En Italia nace en los años 40 el neorrealismo, que es un movimiento basado en el realismo poético francés (sobre todo en la técnica, la intelectualidad y la estética), pero que se mantiene en el pesimismo propio de la época. Es una corriente que pretende plasmar la realidad tal y como era, sin tapujos, y que quiere mostrar la situación moral y económica del momento para reflexionar sobre los cambios en los sentimientos y en las condiciones de vida de la población.
Las figuras que siguieron esta corriente eran productores que rechazaban el star system, el escapismo y la retórica fascista. Los precursores de este movimiento fueron, en Italia, el país donde nació el neorrealismo, directores de la talla de Roberto Rossellini, Vittorio de Sica, Federico Fellini o Luchino Visconti. Todo esto hizo que esta etapa sea la Edad de Oro del cine italiano.
Pero este nuevo modo de hacer cine no solo dio genios a Italia. En Francia, René Clément y Robert Bresson hacen su propio cine neorrealista imitando a los talentos italianos.
Además en esta época, se produjo una gran modernización del lenguaje cinematográfico y, con ella, la época de mayor esplendor de Hollywood. Así, aparecen grandes genios del cine durante la década de los 40. Autores como Elia Kazan y Nicholas Ray instauraron el nuevo cine negro con la figura de la femme fatale, pero, además, salieron a la luz nuevos cineastas. Los más importantes (que son genios absolutos del séptimo arte y sus películas de las más increíbles de la historia) fueron Orson Welles, considerado uno de los mejores directores del mundo, o Ingmar Bergman. Además se consolidan las figuras de John Ford, Howard Hawks y Carl Theodor Dreyer.
PESADILLA EN HOLLYWOOD: FIN DE LA ÉPOCA DORADA
En el período de entreguerras aparece una nueva “amenaza” para la sociedad: el comunismo, la amenaza roja (que acabará trayendo otra mala época: la Guerra Fría). Se creó, en 1938, el Comité de Actividades Americanas del Congreso (HUAC: House Unamerican Activities Committee) que empezó una “caza de brujas” e investigó el comunismo en el cine. Se citaron 41 testigos a declarar, 10 de los cuales se negaron a delatar a sus compañeros: los Diez de Hollywood, que fueron encarcelados por no acatar las órdenes del HUAC. Gracias a los otros (entre los cuales estaban Walt Disney y Gary Cooper) se creó una lista negra con todos los artistas de izquierdas que hubiera en el mundillo. Muchos de ellos (como Charles Chaplin o Fritz Lang) tuvieron que emigrar.
Para distraer a la población se intenta hacer películas dulces como Roman holidays(Vacaciones en Roma, 1953) de William Wyler o Gentlemen prefer blondes (Los caballeros las prefieren rubias, 1953) de Howard Hawks. Aunque, a pesar de todo, a causa de la situación social y política surgieron también películas amargas como High noon (literalmente Mediodía, pero que en castellano se tradujo como Solo ante el peligro, 1952) de Fred Zinnemann. Este era un cine de ansiedad moral marcado por corrientes filosóficas y artísticas como el freudianismo o el fatalismo.
La popularización de la televisión en todos los hogares marcó el final de la época dorada de Hollywood: los espectadores en las salas de cine descendieron abruptamente, a causa también del cambio social que hizo que muchas familias se trasladaran a vivir a las afueras donde los cines están muy lejos. Las productoras, que se dieron cuenta demasiado tarde de todo lo que pasaba, tuvieron que clausurar muchos cines y, como no tenían las cuentas aseguradas, los bancos desconfiaban de ellas. Al final, algunas se vieron obligadas a cerrar (como la RKO).
De este modo, cineastas de prestigio como Hitchcock o Kazan comienzan a hacer de productores, ya que los bancos se fiaban mucho más de ellos. En poco tiempo, el 75% de las películas estrenadas en EEUU eran independientes. Por este motivo, los estudios decidieron unirse a la televisión: vendieron los derechos de muchas de sus películas para que pudieran emitirlas y aparecieron las series, se consolidaron las películas de serie B y los telefilmes.
Además, el cine estadounidense es ahora cada vez más distinto del que se hacía an-tes. Se hace menos cine dulce grabado en platós y decorados y pasan a grabarse más películas en la calle, como The man with the golden arm (El hombre del brazo de oro, 1955) de Otto Perminger. Aparece, también, la figura del joven rebelde y conflictivo cuyo máximo representante es James Dean y los chicos malos, y también la ultra violencia y la muerte del happy ending (final feliz) con películas como Bonnie & Clyde(1967) de Arthur Penn, Butch Cassidy and the Sundance Kid (literalmente Butch Cassidy y Sundance Kid, pero que en castellano se tradujo como Dos hombres y un destino, 1969) de George Roy Hill o A clockwork orange (La naranja mecánica, 1971) de Stanley Kubrick.
LA NUEVA OLA (1950-1970)
Durante la década de los 50 se produjo en Francia una corriente cinematográfica formada por nuevos cineastas procedentes de la crítica (Cahiers du cinèma) que reivindicaban el cine de autor: la Nouvelle Vague, que fue un movimiento contra-cine que criticaba el cine solo como entretenimiento y potenciaba el poder de la imagen. Estos cineastas defendieron la libertad de expresión y la libertad técnica en el campo de la producción fílmica.
Esta innovadora corriente contaba con dos de las figuras más importantes del cine: François Truffaut y Jean-Luc Godard. El primero está considerado como el maestro y el precursor de la Nouvelle Vague, sobre todo por su película Les quatre cents coups, (Los 400 golpes, 1959), considerada una de las primeras películas del movimiento. El segundo es el director más arriesgado, innovador y complejo de este estilo. Godard hacía un cine caracterizado por una ácida crítica y por una poesía visual nunca vista antes. Su película más importante es À bout de souffle (Al final de la escapada, 1960).
A lo largo de la década de 1960, a raíz de esta tendencia, se produjeron obras que reclamaban al director como el máximo creador de una película. Eran obras que, ante la imposibilidad de clasificarlas entre los géneros clásicos, se acabaron denominando cine de “arte y ensayo” (cinéma d’auteurs, en Francia; metteurs-en-scène, en EEUU).
La revolución que significó la Nouvelle Vague hizo que la corriente se esparciera por toda Europa, al principio, y por el resto del mundo del cine, más tarde. De este modo, en el Reino Unido nació un movimiento parecido basado en el francés: el free-cinema, que denunciaba las barreras sociales y la miseria del país británico.
En Italia, la corriente del cine de autor fue tan importante que se convirtió en uno de los lugares de referencia para los amantes de este tipo de cine. Además, allí estaban los directores más importantes de la época, como Federico Fellini, cuya película más importante es 8½ (Fellini ocho y medio, 1963) o Luchino Visconti, cuya obra más significativa correspondiente a este movimiento es La caduta degli dei (Götterdämmmerung) (La caída de los dioses, 1969).
En el resto de Europa hay figuras importantísimas influidas por la Nouvelle Vague, como por ejemplo Roman Polanski –Nóż w wodzie (El cuchillo en el agua, 1962)– en Polonia; o Rainer Wender Fassbinder –Faustrecht der Freiheit (La ley del más fuerte, 1975)– y Wim Wenders –Der Amerikanische Freund (El amigo americano, 1977)– en Alemania, que reaccionó en los años 70 ante el movimiento del cine de autor.
A España, en cambio, sumida aún en el régimen franquista, sin libertad de expresión, costó mucho que llegara a causa de la gran censura. Sin embargo, Buñuel volvió del exilio para rodar Viridiana (1961), que fue premiada con la Palma de Oro, pero Franco, a causa del argumento de la película, ordenó destruir todas sus obras y negó la nacionalidad a Luis Buñuel.
Fuera de Europa es absolutamente necesario remarcar la destacable figura de Akira Kurosawa, cineasta japonés autor de filmes muy innovadores como Shichinin no samurai[七人の侍] (Los siete samuráis, 1954) o Dersu Uzala [デルス·ウザーラ] (El cazador, 1975); además de figuras como Yasujirō Ozu y Kenji Mizoguchi.
LA RESURRECCIÓN DE HOLLYWOOD
La calidad del cine europeo hace que los EEUU tengan que admitir que al público le gusta este cine de autor y, por este motivo, aparecen las salas con subtítulos en EEUU.
Entre los 60 y los 70, en EEUU se produce la época de los grandes cómicos. En este tiempo destacan Jack Lemmon y Walter Matthau, Peter Sellers y Blake Edwards, y Woody Allen (un trasgresor que gustó más a Europa que a su propio país).
Pero la resurrección de Hollywood, que fue en un principio básicamente económica (mucha producción de películas mediocres en busca del máximo beneficio), se dio en los años 70 con la aparición de unos sensacionales cineastas que amaban el cine europeo y que pudieron innovar y demostrar, así, que el cine americano había madurado. Los nombres más significativos de este tipo de cine son Francis Ford Coppola –The godfather (El padrino, 1972)–, Martin Scorsese –Taxi driver (1976)– y Woody Allen –Manhattan (1979)–, que hace mucho más que simple comedia.
Además, aparece con fuerza el cine de ciencia-ficción y de fantasía, a causa de la impresionante mejora de los efectos especiales. Dos hombres fundamentales destacan en esta época. Uno de ellos es George Lucas con Star Wars (La guerra de las galaxias, 1977), que con clichés de los géneros clásicos y con efectos especiales visuales y sonoros impresionantes, nunca vistos anteriormente, llegó a convertirse en la película más taquillera de la historia además de conseguir 6 Óscars. El otro gran genio es Steven Spielberg, que se suma a este movimiento de cine-espectáculo y hace varias películas fenómenos de masas como E.T.: the extra-terrestrial (E.T.: el extraterrestre, 1982).
LA APARICIÓN DEL VÍDEO Y LA EXPANSIÓN DE HOLLYWOOD
En 1970 aparecen los magnetoscopios pequeños, más conocidos como cintas VHS.
El cine aprovecha este éxito y multiplica sus beneficios. En 1980 se produce el despegue definitivo de la industria y su consolidación con la venta de videocasetes y la aparición de los videoclubes.
En este tiempo, predomina el cine de acción con actores muy musculosos en Hollywood, y se ponen de moda los “tipos duros” como Silvestre Stallone, Arnold Schwarzenegger, Chuck Norris o Steven Seagal. De aquí nace el tan conocido imperio americano distribuidor del “cine comercial” que tenía unos beneficios increíbles.
Sin embargo, también se hacía buen cine en aquel país. Por ejemplo: Who framed Roger Rabbit? (¿Quién engañó a Roger Rabbit?, de Robert Zemeckis, 1988), Blade Runner(Ridley Scott, 1982) o Batman (Tim Burton, 1989).
Hollywood no quería nada que no fuera comercial en los años 80 y un nuevo gobierno liderado por Ronald Reagan trae consigo una política neoconservadora que provoca un gran cambio social que se refleja en la temática de las películas (mucho más familiares). Además, Hollywood tenía una extrema ansiedad de obtener el máximo beneficio, lo que provocó que los cineastas con proyectos más personales hubieran de formar sus propias productoras. Así es como se consolida el cine independiente o cine indie(iniciado en los 60 de forma marginal por John Cassavetes), cuyos realizadores estaban apoyados por la crítica y certámenes cinematográficos como el de Sundance, creado por Robert Redford. Los cineastas indies más importantes que aparecieron entonces son David Lynch (Blue Velvet –Terciopelo Azul-, 1986), Jim Jarmusch (Mystery train, 1989), Spike Lee (Do the right thing – Haz lo que debas, 1989) y Joel y Ethan Coen (Fargo, 1995).
EUROPA VS. HOLLYWOOD (1990)
La evolución del cine europeo demuestra que cuando Hollywood pasa por una época de esplendor, los realizadores europeos se rebelan y defienden que el cine comercial solo sirve para alienar a la audiencia. Pero el espectador considera que este cine es demasiado difícil, demasiado intelectual, y, a causa de esto, los cineastas europeos deben busca el equilibrio. Por eso, en 1990 nace un nuevo objetivo para los realizadores de cine europeos: ofrecer un cine de calidad que traspase fronteras y pueda competir contra el cine americano.
El Reino Unido e Italia penetran en el mercado con su cine simple y sencillo, pero cargadísimo de contenido con películas tan brillantes como Il postino (El cartero (y Pablo Neruda), de Michael Radford, 1994), Trainspotting (Danny Boyle, 1996), La vita è bella (La vida es bella, de Roberto Benigni, 1997) y Billi Elliot (Stephen Daldry, 2000).
Y esta vez es España el otro país que destaca en Europa. Se diría que es el renacimiento del buen cine español. Directores de la talla de Fernando Trueba y Pedro Almodóvar fueron premiados con un Óscar por sus filmes Bélle epoque (1992) y Todo sobre mi madre (1999). Pero, además de estos, otros genios aparecieron en nuestro país, de los que hace falta destacar a tres: Fernando León de Aranoa (Familia, 1996), Julio Médem (Los amantes del círculo polar, 1998) y Alejandro Amenábar (Los otros, 2001, que llegó a ser éxito de taquilla en EEUU).
En todo este panorama resalta, también, un director danés trasgresor y diferente: Lars von Trier. Autor de películas como Dancer in the dark (literalmente Bailarín en la oscuridad, pero que en castellano se tradujo como Bailar en la oscuridad, 2000).
Es necesario destacar, también, la creciente importancia del cine asiático a partir de los años 90. Son muy importantes las figuras de Wong Kar-wai –Fa yeung nin wa [花樣年華] (Deseando amar, 2000)– y Zhang Yimou –Hong gao liang [红高粱] (Sorgo Rojo, 1988)– en China; de Abbas Kiarostami –Ta'm e guilass [طعم گيلاس] (El sabor de las cerezas, 1997)– en Irán; y de Ang Lee –Brokeback Mountain (2005)– en Taiwán.
EL SIGLO XXI: LA ERA DIGITAL
En la década de los 90 una serie de mejoras tecnológicas hacen que sea posible transformar las imágenes analógicas a digitales para mejorar sus efectos especiales y corregir imperfecciones que se hubieran podido dar en los rodajes (luces, enfoques, etc.).
Así, lo digital comienza a invadir el mundo del cine y la mayoría de películas se hacen con intervención de algún ordenador. The Matrix (Matrix, de Any y Larry Wachowski, 1999), por ejemplo, es un claro ejemplo de cómo los ordenadores comenzaron a infiltrarse en el mundillo del cine, tanto en el guion como en el montaje y los efectos especiales. Juntamente con The Matrix, aparecen las primeras películas íntegramente digitales, que fueron las dos de John Lasseter (fundador de Disney Pixar) y dirigidas al público infantil:Toy story (1995) y A Bug's Life (Bichos, 1998).
A partir de aquí comenzó claramente la revolución digital. La digitalización se ha filtrado en el cine de un modo rápido y en evolución constante y, aunque todavía hay cineastas que prefieren el material analógico, ha pasado a ser el método dominante para hacer películas. La mayoría de películas estrenadas actualmente tienen la intervención de algún ordenador. Y esto no acaba aquí: la digitalización acaba justo de empezar.
(Ver imágenes sobre el tema en la fotogalería.)
GLOSARIO
Star system: es el sistema de contratación de actores en exclusividad y a largo plazo, utilizado por los estudios de Hollywood. Las estrellas de cine fueron creadas por los estudios como una mezcla de actor-personaje, de modo que quedaran mitificados para el público. Hoy en día todavía quedan secuelas de este sistema.
Femme fatale: personaje típico, normalmente una mujer infame que usa la sexualidad para atrapar al desventurado héroe. Se la suele representar como sexualmente insaciable. Actualmente, la femme fatale suele ser vista como un personaje que constantemente cruza la línea entre la bondad y la maldad, actuando sin escrúpulos.
Freudianismo: escuela de psiquiatría basada en las teorías de psicoanalíticas y métodos psicoterapéuticos de tratamiento de trastornos psiconeuróticos, desarrollados por Sigmund Freud y sus discípulos.
Fatalismo: corriente filosófica que cree en el determinismo de los acontecimientos, dirigidos por causas independientes de la voluntad humana.
Cahiers du cinèma: revista de cine francesa fundada en 1951.
Viridiana: película de Luis Buñuel que fue prohibida durante mucho tiempo en España, porque se creyó que su historia mostraba una crítica a la caridad, además de una sátira del idealismo cristiano.
Palma de oro: premio máximo entregado en el Festival de Cannes (uno de los festivales cinematográficos más importantes).